Recorrer las calles llenas de historia de una vieja e histórica ciudad es una experiencia impresionante. Es fácil encontrarse con un escudo, una puerta, una cristalera, una imagen religiosa con muchos años, dignas de admirarse. Muchas cosas han pasado en esos años: luchas, sufrimientos, trabajos duros y difíciles, aventuras, gente tranquila que trabajaba en algún oficio, pintores, frailes, artesano, madres cuidando a sus hijos, niños jugando en las calles.
Pasear es sentir en la piel esas experiencias. Perderse por esos rincones que saben a pan y leña, a olivo recién vareado, a leche fresca y mugidos melancólicos que se repliegan en el corazón mismo de cualquier hogar.
Si la tarde se apaga,las farolas se encienden y nos sonríen, y nos hacen ver, como fantásticos guías, esas callejas y recoletas plazas – nuestros rincones –,con matices casi sobre naturales, porque nos llevan mucho más allá de lo real.
Pero la invitación de hoy es una invitación virtual. Vamos a ver nuestra ciudad en los ojos de un artista, Emilio Sánchez Fernández, vamos a perdernos por los rincones de Úbeda. Perderse por los rincones de Úbeda es como fundirse de lleno en el tiempo. Es pasar más allá de esa línea que divide el ayer y el hoy.
Emilio ha dibujado en acuarelas muchas de las calles de Úbeda. Os invito a recorrerlas y a intentar “verlas” con otros ojos.
Es un viaje sorprenderte.
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